Los antibióticos son inhibidores de los microorganismos bacterianos, esto quiere decir que controlan la población de bacterias que tenemos en nuestro cuerpo, por ello es muy importante que sepamos que NO son útiles en infecciones virales. Su función es atacar la pared bacteriana -como lo hace la Penicilina-, o bien, bloquear el crecimiento y reproducción de las bacterias, como por ejemplo, la tetraciclina, y la eritromicina.
Muchos de los antibióticos actuales se basan en cultivos de bacterias fermentados bajo un estricto control, aunque otros son totalmente sintéticos, gracias a los avances en la industria farmacéutica que comenzó su auge desde la década de los cuarentas, en el siglo pasado. Muchos de los antibióticos artificiales tienen grados altos de toxicidad y efectos secundarios, además el abuso de estos fármacos genera una resistencia, por lo que después de varias ingestas nuestro cuerpo ya no es sensible a los mismos... nos dejan de servir. Los antibióticos sintéticos NO deben tomarse sin prescripción médica.
Por todo lo anterior, siempre que sea posible, y como primera opción, debemos recurrir a los antibióticos que podemos encontrar en plantas y otros alimentos naturales. Sabemos que los antibióticos naturales se comenzaron a usar mucho antes que los medicamentos con bastante efectividad, por ello deberíamos usar los químicos sólo en padecimientos graves que lo ameriten; cuando nos enfermamos (o nuestros familiares) por agentes bacterianos comunes y sobre todo cuando apenas empiezan los síntomas, podemos darle a nuestro cuerpo un super shot saludable antibacteriano de alguno de los superalimentos que mencionaremos a continuación, y digo superalimentos porque no sólo tienen propiedades antibacterianas, sino también nutricionales, antioxidantes, antivirales, expectorantes, antiinflamatorios, antisépticos y en muchos casos hasta fungicidas... todo esto hace que nuestro sistema inmune se eleve y nos mantengamos sanos.
Aquí te compartimos algunos de los antibióticos naturales más importantes para que puedas tenerlos en mente y en casa, siempre que comiences con alguna sintomatología de enfermedad principalmente respiratoria o digestiva.
Antibióticos en Alimentos crudos y frescos, en raíces, especias, semillas y plantas
1- Ajo
2- Equinácea
3- Miel de Abeja y/o Propóleo
4- Cebolla
5- Aceite de Orégano
6- Cúrcuma
7- Sábila
8- Coco
9- Jengibre
10- Ajenjo
11- Enebro
12- Acacia
13- Salvia
14- Regaliz
15- Romero
16- Tomillo
17- Eucalipto
18- Semillas de Pomelo
19- Limón
20- Menta
21- Setas
22- Té Verde
23- Clavo
24- Fresa
25- Aceite de árbol de té
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